Que miras?

lunes, 17 de mayo de 2010

"..Debo reconocer que me pareció cosa de Mandinga, porque a medida que nos relacionamos de manera abstracta más nos alejamos del corazón de las cosas y una indiferencia metafísica se adueña de nosotros, mientras toman poder entidades sin sangre ni nombres propios. Trágicamente, el hombre esta perdiendo el diálogo con los demás y el reconocimiento del mundo que lo rodea, siendo que es allí donde se dan el encuentro, la posibilidad del amor, los gestos supremos de la vida.
Las palabras de la mesa, incluso las discusiones o los enojos, parecen ya remplazadas por la visión hipnótica. La televisión nos tantaliza, quedamos como prendados de ella.(...)Muchas veces me ha sorprendido cómo vemos mejor los paisajes en las películas que en la realidad. (..) Lo paradójico es que a través de esa pantalla parecemos estar conectados con el mundo entero, cuando en verdad nos arranca la posibilidad decovivir humanamente, y lo que es tan grave com esto nos predispone a la abulia. Irónicamente he dicho en muchas entrevistas "la televisión es el opio de los pueblos", modificando la famosa frase de Marx. Pero lo creo, uno va quedando aletargado delante de la pantalla aunque no encuentre nada de lo que busca lo mismo se queda ahí, incapaz de levantarse y hacer algo bueno. Nos quita las ganas de trabajar en alguna artesanía, leer un libro, arreglar algo de la casa mientras se escucha música o se matea. (...)El estar monotamente sentado frente a la televisión enestesia la sensibilidad, hace lerda la mente, perjudica el alma.
(..) Creo en los cafés, en el diálogo, creo en la dignidad de la persona, en la libertad. Siento nostalgia, casi ansiedad de in Infinito, pero humano, a nuestra medida.

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