Que miras?

martes, 30 de diciembre de 2008


"..sin poseerse no había posesión de la otredad, ¿y quién se poseía de veras? ¿Quién estaba de vuelta en sí mismo, de la soledad absoluta que representa no contar siquiera con la compañía propia, tener que meterse en el cine o en el prostíbulo o en la casa de los amigos o en una profesión absorbente o en el matrimonio para estar por lo menos solo-entre-los-demás? Así, paradójicamente, el colmo de soledad conducía al colmo de gregarismo, a la gran ilusión de la compañía ajena, al hombre solo en la sala de los espejos y los ecos. Pero gentes como él y tantos otros, que se aceptaban a sí mismos (o que se rechazaban pero conociéndose de cerca) entraban en la peor paradoja, la de estar quizá al borde de la otredad y no poder franquearlo. La verdadera otredad hecha de delicados contactos, de maravillosos ajustes con el mundo, no podía cumplirse desde un solo término, a la mano tendida debía responder otra mano desde el afuera, desde lo otro."

jueves, 18 de diciembre de 2008

"..esas son las comunicaciones verdaderas..
los avisos debajo de la piel... "

jueves, 11 de diciembre de 2008

(...) Un día le pregunté a un amigo neuquino de sangre española y mapuche por qué se ahogaba tanta gente en la montaña. Porque la gente no hace pie, se desespera y, se cansa y se hunde -me respondió- Los ríos son como la vida. A veces hay que dejarse llevar por la corriente. Simplemente flotar. Ya mas adelante habrá una curva, una piedra, una ramita de dónde agarrarse. Los ríos son sabios, los hombres son estúpidos..(...)

(Jorge Fernández)



jueves, 4 de diciembre de 2008



Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan —no lo saben, lo terrible es que no lo saben, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

que grande, manual de instrucciones de febrero te tenia olvidado, nada mal por ser un preámbulo ... naaada mal..

quién más? Julio Cortázar
Palabras que bailan y cantan

miércoles, 3 de diciembre de 2008

lunes, 1 de diciembre de 2008


..una placita con estrellas, lápices de colores,
y ese gusto en bajarse a contemplar un sapo o un pastito
por nada, por el gusto..