Que miras?

viernes, 28 de mayo de 2010


"..Miro el cielo y sé que está por llover. ¿Sería distinta mi vida si hoy no lloviera? ¿Sería distinta la de mi madre? ¿ La de mi hermano?. Cada cosa que nos pasa, cada persona que conocemos, cada gota de lluvia que cae sobre nuestra cabeza, cada café que tomamos, cada vez que sonreímos, cada día de sol, cada palabra pronunciada, cada mirada, cada pensamiento que llega a nuestra mente, cada momento de esta vida ¿son sólo, un punto suelto sin relación con todo lo demás? ¿La lluvia que está a punto de caer está relacionada con mi mamá? ¿Conmigo, en este patio, pensando en mi viejo? ¿O sería igual si brillara el sol? ¿Pensaría yo en todo esto si brillara el sol? ¿Las cosas pasan sin sentido, sin tener una que ver con la otra? ¿ La vida es una sucesión de puntos sueltos? ¿ O existe una misteriosa linea recta que une a mi padre, con la música, con el Kung-Fu, con el trencito de la alegría, con la lluvia que está por caier y con todas las cosas del universo? "
(En línea recta, Mario Blasco)
por cosas como estas y todas las habidas y por haber cobra sentido esto.

lunes, 17 de mayo de 2010

"..Debo reconocer que me pareció cosa de Mandinga, porque a medida que nos relacionamos de manera abstracta más nos alejamos del corazón de las cosas y una indiferencia metafísica se adueña de nosotros, mientras toman poder entidades sin sangre ni nombres propios. Trágicamente, el hombre esta perdiendo el diálogo con los demás y el reconocimiento del mundo que lo rodea, siendo que es allí donde se dan el encuentro, la posibilidad del amor, los gestos supremos de la vida.
Las palabras de la mesa, incluso las discusiones o los enojos, parecen ya remplazadas por la visión hipnótica. La televisión nos tantaliza, quedamos como prendados de ella.(...)Muchas veces me ha sorprendido cómo vemos mejor los paisajes en las películas que en la realidad. (..) Lo paradójico es que a través de esa pantalla parecemos estar conectados con el mundo entero, cuando en verdad nos arranca la posibilidad decovivir humanamente, y lo que es tan grave com esto nos predispone a la abulia. Irónicamente he dicho en muchas entrevistas "la televisión es el opio de los pueblos", modificando la famosa frase de Marx. Pero lo creo, uno va quedando aletargado delante de la pantalla aunque no encuentre nada de lo que busca lo mismo se queda ahí, incapaz de levantarse y hacer algo bueno. Nos quita las ganas de trabajar en alguna artesanía, leer un libro, arreglar algo de la casa mientras se escucha música o se matea. (...)El estar monotamente sentado frente a la televisión enestesia la sensibilidad, hace lerda la mente, perjudica el alma.
(..) Creo en los cafés, en el diálogo, creo en la dignidad de la persona, en la libertad. Siento nostalgia, casi ansiedad de in Infinito, pero humano, a nuestra medida.
"Lo peor es el vértigo. En el vértigo no se dan frutos ni florece. Lo propio del vértigo es el miedo, el hombre adquiere un comportamiento de autómata, ya no es responsable, ya no es libre, ni reconoce a los demás.
Se me encoje el alma al ver a la humanidad en este vertiginoso tren en que nos desplazamos, ignorantes atemorizados sin conocer la bandera de esta lucha, sin haberla elegido.
El clima de Buenos Aires ha cambiado. En las calles hombres y mujeres apresurados avanzan sin mirarse, pendientes decumplir con horarios que hacen peligrar suhumanidad. Ya sin lugar para aquellas charlas de café que fueron un rasgo distintivo de estaciudad, cuando la ferocidad y la violencia no la habian convertido en una megalópolis enloquecida. Cuando todavía las madres podían llevar a sus hijos a las plazas, o a visitar a sus mayores. ¿Se puede florecer a esta velocidad? Una de las metas de esta carrera parece ser la productividad, pero ¿acaso son estos productos verdaderos frutos?
(..) En el vértigo todo es temible y desaparece el diálogo entre las personas: no hay tiempo. (..) En el diálogo el compromiso que nace entrelas personas puede hacer del iedo un dinamismo quelovenza, y sacar un mayor espacio para la libertad. Pero el grave problema es que, en esta civilizacion enferma, no sólo hay explotación y miseria, sino que hay una correlativa miseria espiritual.

(..) Creo que hay que resistir: éste ha sido mi lema. Pero hoy, cuántas veces me han prguntado cómo encarar esta palabra, como vivir la resistencia. Antes, cuando la vida era menos dura, yo hubiera entendido por resistir un acto heroico, como negarse a seguir embarcado en estetren que nos impulsa a la locura y al infortunio. ¿Seles puede pedir a la gente del vértigo que se rebele? ¿Puede pedirse a los hombres y mujeres de mi pais que se nieguen a pertencer a este capìtalismo salvaje si tienen que mantener a sus hijos, a sus padres?. Si son responsables ¿cómo habrían de abandonar esa vida?...
(..)La historia es el mas grande conjunto de aberraciones, guerras, persecuciones, torturas e injusticias, pero, a la vez, tierra sobre la cual millones de hombres y mujeres se sacrifican para cuidar la vida de los demás. Ellos encarnan la resistenicia.
(La resistencia, Ernesto Sabato)