Que miras?

domingo, 23 de noviembre de 2008


No hay que llorar porque las plantas crecen en tu balcón, no
hay que estar triste
si una vez más la rubia carrera de las nubes te reitera lo
inmóvil,
ese permanecer en tanta fuga. Porque la nube estará ahí,
constante en su incons tancia cuando tú, cuando yo - pero por
qué nombrar el polvo y la ceniza.
Sí,
nos equivocábamos creyendo que el paso por el día
era lo efímero,
el agua que resbala por las hojas hasta
hundirse en la tierra.
Sólo dura la efímero, esa estúpida planta que ignora la
tortuga,
esa blanda tortuga que tantea en la eternidad con ojos
huecos,
y el sonido sin música, la palabra sin canto, la cópula sin
grito de agonía,
las torres del maíz, los ciegos montes.
Nosotros, maniatados a una conciencia que es el tiempo,
no nos movemos del terror y la delicia,
y sus verdugos delicadament e nos arrancan los párpados
para dejarnos ver sin tregua cómo crecen las plantas del
balcón,
cómo corren las nubes al futuro.
¿Qué quiere decir esto? Nada, una taza de té.
No hay drama en el murmullo, y tú eres la silueta de papel que las tijeras van salvando de lo informe: oh vanidad de creer que se nace o se muere,
cuando lo único real es el hueco que queda en el papel,el golem que nos sigue sollozando en sueños y en olvido.
Palabras que Bailan y Can-tan

1 comentario:

Maqui . dijo...
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